La ley de correspondencia nos invita a comprender por qué vivimos lo que vivimos; como es adentro, es afuera; todo se corresponde.

Cuando enfrentamos un problema, a menudo nos sentimos atacados y nos nublamos en pensamientos repetidos que dificultan la reflexión y la salida de la situación. Lo que esta ley nos sugiere es que debemos preguntarnos internamente: ¿qué significa este problema en mi vida? Al escuchar tu voz interior, surgirán las creencias que te llevaron a experimentar esa situación. En otras palabras, se activa la consciencia y se mueven las energías para que los mecanismos de sanación lleguen o se activen en tu interior.

¿Pero qué es la voz interior? En tu mente, habitan tus dos maestros interiores: el ego y el ser espiritual. Dependiendo de a qué maestro interior escuches, así será lo que manifestarás en tu vida.

El ego tiene la necesidad de culpar a otros. Contiene nuestra historia, el resumen de lo que somos; es el falso yo, una la visión limitada que tenemos de nosotros mismos, llena de culpa y vulnerabilidad, que nos hace identificarnos con nuestro físico o con lo que nos puede herir. El miedo, la ansiedad, la queja y el victimismo habitan en sus pensamientos tormentosos. También alimenta el castigo y la sed de venganza, y nos recuerda que no nos enojamos por las acciones de los demás, sino porque se despiertan en nosotros nuestras propias heridas emocionales. El ego busca obtener algo, le gusta el drama, sufre y condena. Su mensaje es desalentador, y su mecanismo principal es la culpa hacia ti mismo y los demás.

El ego vive en el pasado y en el futuro; le gusta proyectar errores cometidos, fracasos y metas no alcanzadas. Se alimenta de la culpa por el pasado y de las preocupaciones sobre lo que vendrá. No le gusta ayudar a los demás.

El ser espiritual, en cambio, te recuerda que eres un ser espiritual perfecto. Te enseña que nadie te hace daño, porque tienes la capacidad de elegir qué experiencias retienes y cómo las interpretamos, tu tienes el poder. Este maestro interior posee una visión ilimitada y poderosa de sí mismo. Todo lo que te sucede es necesario para tu crecimiento y sanación; es parte de un proceso de aprendizaje. Sus mensajes son alentadores y positivos; promueve la unidad con el creador y la conexión entre todos. Sus palabras son conciliadoras y reveladoras, ayudándote a entender tu vida y a ayudar a los demás. Su misión es dar amor y no condenar. El ser espiritual no condena a nadie; su mecanismo es el perdón hacia sí mismo y hacia los demás.

El ser espiritual vive en el presente, disfruta y agradece lo que tiene; ahí habita el éxito. Tiene el poder de elegir el tipo de vida que deseas llevar.

Conéctate con tu ser espiritual.
Cuando identifiques que las respuestas provienen de la culpa, el miedo, la rabia, ya sabes que maestro te habla.

Pondrás las directrices de tu vida bajo los dictados de tu ser espiritual a partir de hoy, cada vez que identifiques al ego, di mentalmente. Hoy: elijo ser guiado por un maestro que sabe más y que tiene la habilidad de ver más lejos y de forma más completa mi destino. Gracias, gracias, gracias.

No es algo que se controle de la noche a la mañana, pero si eres consciente de quien te habla empezarás a ser mas consciente de lo que estás atrayendo a tu vida.

Con amor Depuralma